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   El viernes 21 de febrero se retomó la audiencia a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de La Plata que preside Carlos Rozanski, que continúa con la etapa de declaraciones. En esta ocasión fue el turno de una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, Adelina Dematti de Alaye, quién habló sobre el secuestro de su hijo Carlos Alaye, explicó la relación entre diferentes centros clandestinos de detención (CCD) y denunció la participación de los médicos en el plan sistemático de exterminio.

 

   Ante una sala colmada por organizaciones de Derechos Humanos y público en general, la testigo ofreció un extenso testimonio en el que demostró que ningún recuerdo se había borrado de su memoria. “No somos muchas madres las que todavía podemos venir. Pero aquí estoy yo para pedir por sus hijos. Estoy convencida que puede haber justicia para mi hijo y todos los hijos de mis compañeras, la justicia la palpito que está en esta sala.”

 

   La Madre de Plaza de Mayo inició su testimonio: “Juro por mi hija y mis cuatro nietos que pertenecen a esta generación, que pertenecen a este país que se está conformando. Mi voto es por la juventud y por el cambio que está en manos de ellos”.

 

   “El 15 de Abril de 1977 comienza a sentirse la fuerza de la represión. En ese momento secuestraron a tres compañeros de mi hija, eran estudiantes secundarios. Cecilia Calcagno, Claudia Salomone y Gabriel Mayorga. Cinco días después es secuestrada la preceptora del Colegio Normal 1, Estela Brusasco. Sabíamos que mi hija era la próxima, entonces la saqué de casa” explicó.

“Puede haber justicia para mi hijo y todos los hijos de mis compañeras, la justicia la palpito que está en esta sala”

Secuestro de su hijo 

 

   Carlos Alaye cursaba el 5to año en el Normal 3 y tenía decidido su partido político, “si es que decidía militar”. El 5 de Mayo de 1977, Carlos salió en bicicleta para encontrarse con una persona que lo había interpelado por la lucha del Boleto Escolar que mantenía con sus compañeros de colegio.

 

   “Estoy aquí porque el 5 de mayo del ´77 mi hijo fue sorprendido por un grupo de tareas que lo apresó y lo hirió gravemente. Desde ese día no volvimos a tener noticias de Carlos Esteban. Su desaparición no fue un hecho aislado o un error. Hay evidencias sobre los mecanismos de terrorismo de Estado que utilizaron las personas que están sentadas aquí atrás.”  

 

   Adelina mencionó un mail que le enviaron el día anterior a prestar declaración, en el que comentaba que cinco representantes del colegio, entre los que se encontraba Carlos, habían decidido viajar a Chile para poder ayudar en el mal momento que se vivía en el país vecino, por lo que solicitaron a la institución que no les pasaran falta. “Se los querían comer vivos, a los cinco no los dejaron salir más ni al baño”, continuó.

 

   “A Carlos lo recogen y lo cargan atado de pies y manos, desde ese día no supimos más nada de él” En mayo del 77, el diario El Día publica el Hábeas Corpus de Carlos. “Los Hábeas Corpus daban siempre negativos. En las publicaciones posteriores decidieron ponerle un costo al hábeas.”

 

   Un mes después de la desaparición de su hijo, los represores concurrieron a la Técnica 1, donde la testigo trabajaba, con el fin de secuestrarla. Sin embargo, como no se encontraba allí, “por confusión se llevaron a otra persona rubia”, según relató. “Tuvo que mostrar su identificación para que la liberaran”. Ante la persecución, Adelina de Alaye logró irse de La Plata con ayuda de dinero recaudado por sus compañeros.

 

   El 5 de mayo el diario El Dia publicó un falso enfrentamiento en el que habría muerto Susana Quinteros y un varón. “Luego me enteré que a Susana la habían retirado con Juan Enrique Reggiardo”, declaró la testigo.

 

 

 

“Falta juzgar a los médicos de la Morgue policial de La Plata”

 

   En su testimonio, Adelina realizó una fuerte denuncia hacia los médicos cómplices y participes de la dictadura. La Madre de Plaza de Mayo realizó una investigación de 1.635 fojas en la que detalla los ingresos de cadáveres en el cementerio de La Plata.

 

   “Cuando estuvo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, los familiares de La Plata contamos lo que sabíamos y se había podido evidenciar lo que pasaba en el cementerio, donde habían aparecido un montón de tumbas NN. Eso aparece luego en el informe de la comisión”, afirmó.

 

   Además, comentó que en el cementerio de La Plata había en 1983, unos 200 cuerpos no identificados. “Aparecían 15 cadáveres, pero ¿Cómo hacían para hacerlos desaparecer sin que la población se preguntara que estaba pasando?, y ahí estaban los médicos, que certificaban todo”.

 

   Entre el año ´73 y el ´83 se utilizaron 24 libros de Morgue y estaban en un juzgado de la provincia, pero de esos libros solo quedó uno. “En el único libro hay capacidad para 1800 casos, es decir que en total son 43.200 inscripciones de las que solo tenemos 1800.”

 

   En un power point televisado a través de una pantalla grande, de Alaye mostró los certificados de defunción con las firmas y los detalles. “Las causas de muerte de los NN casi el 100 por ciento de los casos era por destrucción de masa encefálica por el disparo de arma de fuego, en un “enfrentamiento” que del otro lado casi no había heridos.”, explicó ante el Tribunal.

 

   “De los cuerpos ingresados la mayoría promediaba los 25 años. Había masculinos y femeninos, eso demuestra que la militancia y el seguimiento no tenían distinción de sexo.”

 

   Tras un silencio pidió: “Señores presidente, querellantes, camaristas, imputados, hoy estamos nosotros acá pero faltan los Médicos de la morgue policial de La Plata. Yo los juzgo y quiero verlos acá”. El público estalló en aplausos y al unísono de “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”

 

   Antes de finalizar su relato, hizo referencia a la relación entre los CCD de Mar del Plata, Bahía Blanca, La Cacha y Comisaría 8va y describió el operativo en que fueron asesinados Alberto Paira y Arturo Baibiene. “Paira era el principal responsable político de mi hijo. En ese operativo también fueron secuestradas Liliana Pizá y Elba Ramirez Avella”. 

 

   Tras más de tres horas de testimonio, Adelina se despidió bajo un manto de aplausos y ovación. Pidió justicia al Tribunal y concluyó con una frase para uno de los imputados, el ex ministro Jaime Lamont Smart: “no acepto que el funcionario Smart diga que no sabe nada, todos tuvieron participación”.

Por Rodrigo Viceconti

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