top of page

   En medio de una estrategia de la defensa por desgastar el proceso a través de constantes interrupciones, declararon tres de las seis personas que estaban convocadas: Ricardo Victorino Molina, Inés Ordoqui y Silvia Lavecchia. La jornada finalizó a las 23, doce horas después de iniciado el debate.

 

   Ante las insistentes interrupciones de los abogados defensores, que incluyeron dos pedidos de recusación hacia el presidente el tribunal –ambas rechazadas-, Carlos Rozanski se vio en la obligación de recordar a las partes que la protección de los testigos en los juicios por crímenes de lesa humanidad es una “prioridad ética y moral”. Por su parte, Emanuel Lovelli, querellante por Abuelas de Plaza de Mayo invocó la acordada 1/12 de febrero de 2012 de la Cámara de Casación Penal, que recomienda a los tribunales evitar la revictimización de testigos y "demoras innecesarias" en los procesos.

   

   Pasadas las 14, y luego de que culmine la etapa de indagatoria a los imputados, el primero en presentarse ante el Tribunal fue Ricardo Victorino Molina; a quien detuvieron de manera ilegal el 14 de abril de 1977 y fue llevado la CCD La Cacha. Su mujer, Liliana Galarza, estaba embarazada al momento del secuestro; aún se encuentra desaparecida. Su hija nació en cautiverio y fue entregada a los abuelos maternos; Molina retomó el contacto con ella 15 años después.

 

   “En medio de las torturas me enteré que Liliana estaba viva y que había nacido mi hija. Tuve contacto con ellas dos meses después. Me llevaron a la Brigada de Investigaciones y ahí pude verlas 4 o 5 minutos”, declaró Molina. Además aseguró que al llegar a La Cacha fue “El Oso” Acuña quien lo sacó del auto y lo ingresó en el centro clandestino; y presupone que también participaba de los tormentos.

 

   Molina trabajaba en la empresa Kaiser Aluminio, era uno de los delegados de los 1200 obreros; militaba en la Juventud Trabajadora Peronista (JTP), que estaba ligada con Montoneros. Al momento de su secuestro tenía 29 años. Según precisó, al momento de las torturas, lo que sus captores querían saber era cómo estaba compuesta la estructura de la JTP, así como también de la CGT resistencia.

 

   Según pudo recordar ante el tribunal, en el tiempo que pasó en La Cacha, pudo ver a otras personas que también se hallaban en cautiverio; entre las que se encontraban Patricia Pérez Catán, Carlos Mazza, Mario Gallegos y una joven de entre 14 y 16 años que no recordaba su nombre, pero a la que los represores llamaban “judía” de forma despectiva.

 

   Molina también aportó apodos y características de alguno de los represores que recuerda en el CCD: “El Francés”, que fue quien estuvo a cargo del operativo de su secuestro y luego el que lo llevó a ver a su mujer y a su hija; “El Oso”, a quien describió como una persona corpulenta; “El Griego”, “Tarzán” y “Pablo”, entre otros. Además aseguró que en una oportunidad se presentó una persona como sacerdote: “Se veía la sotana negra y los zapatos típicos; y nos repartió una medallita. Nunca supe de quién se trataba.”

   Luego de su salida de La Cacha, Molina fue llevado a la comisaría 8va dónde comenzó una etapa de “blanqueamiento”. Allí pasó alrededor de quince días y fue trasladado a la Unidad 9.

 

 

 

 

“En este tipo de juicios es prioridad del Tribunal la defensa de los testigos y las víctimas”

Así lo precisó el Presidente del TOF 1, Carlos Rozanski ante las posibles preguntas de las defensas que puedan llegar a revictimizar a los testigos.

El miércoles 12 se abrió la etapa de testigos en el juicio a los represores del CCD La Cacha.

“Hay caras que no se olvidan”

 

   Inés Ordoqui fue secuestrada junto con su prima, Cristina Temperoni, el 18 de marzo de 1977 y fueron llevadas a un lugar que posteriormente supo que era la Cacha. Una vez allí fue separada de Cristina y le informaron que también tenían a su primo, Rubén Gotardi, y a Alfredo Temperoni , chofer del Fiscal Federal Alfredo Bettini.

 

   Durante la semana que estuvo en cautiverio, Ordoqui contó que ella no sufrió torturas físicas, pero sí psicológicas: “Yo no sabía en qué condiciones psicológicas iba a salir de ahí, porque yo no sabía si iba a salir”, aseguró la testigo. Además explicó que las indagatorias que sufrió se basaban en una cochera que su primo –Rubén Gotardi- tenía junto a Alfredo Temperoni y Carlos Bettini en 4 y 50.

 

   “Cuando pasa todo esto me entero, por parte de los captores, que en realidad lo estaban buscando a Carlos que era el segundo de Montoneros; y que mi primo era cómplice porque sabía toda la situación de ellos.Me dijeron que yo era un perejil un barato porque no me enteré de nada de lo que pasaba a mi alrededor; y que yo me iba a tener que hacer cargo de los chicos porque mis primos no iban a salir”

 

   Ordoqui relató que luego de cinco días, pudo ver a Cristina Temperoni nuevamente. En esa ocasión se enteró que también estaban en La Cacha el papá de Carlos Bettini y el cuñado Jorge Devoto. Además contó que el día que fue liberada pudo hablar con su primo Rubén, a quién no oyó bien ya que su voz era “distinta de lo normal”.

 

   Inés fue liberada junto a Cristina Temperoni; ella le contó que había presenciado las torturas a Rubén. El día de su liberación fueron llevadas en el auto que pertenecía a Gotardi y que fue robado por los represores: “Nos llevaron a un camino en el medio del campo, nos dijeron que no miremos y nos dieron plata para el micro. Yo miré y era el auto de mi primo. Lo volví a ver ese auto dando vueltas en La Plata con gente armada adentro; incluso salían las escopetas por la ventana”.

 

   Al cabo de un año de su liberación, Ordoqui volvió a ver a sus captores en reiteradas oportunidades: la seguían cuando salía a la calle a pasear al perro e incluso en una oportunidad aparecieron en un bar al que había concurrido con amigos.En el 2009 Ordoqui realizó el reconocimiento fotográfico en el que pudo identificar a “Pablo”. “Luego de pasar por semejantes circunstancias, hay caras que no se olvidan. Puede que en este momento no puede decir quién es quién, pero cierro los ojos y los veo a cada uno de ellos como eran en ese momento”.

 

   “Cuando me llevaban al baño me hacían saludar al señor Bettini”

 

   Silvia Lavecchia era estudiante secundaria y formaba parte del centro de estudiantes. Al momento de su secuestro, en marzo de 1977, estaba en Formosa junto a dos compañeros de colegio; cuando los captores se enteraron que eran de La Plata, los trasladaron en una avioneta y llevados a la Cacha.Según declaró ante el TOF 1, durante las torturas le preguntaban por un asado de organizaciones estudiantiles y políticas que se había llevado a cabo en 1976 en el Parque Pereyra Iraola.

 

   Durante su cautiverio en el CCD, compartió el sótano con Cacho Calvo, que estaba allí hace tres meses luego de pasar por el Pozo de Quilmes, una mujer que hacía carteras de cuero a la que recuerda con el nombre de Cristina y un hombre que era banquero y había sido secuestrado junto con su hermano y a una compañera del colegio, Patricia Milanta. Además Lavecchiacontó: “Cuando me llevaban al baño me hacían saludar al señor Bettini. Entre las vendas alcanzaba a ver que era un señor mayor, con una barba muy grande”.

 

   Silvia relató que en los días que estuvo en La Cacha, se produjo un “traslado” y que por ese motivo se quedó sola varios días en el sótano. Además contó una mujer formó parte del algunos de los interrogatorios que se realizaban, aparte de varios militares de “diferentes rangos y jerarquías”.

 

   Al igual que Ricardo Molino, Lavecchia también dijo que estuvo en una casa rodante que estaba en las afueras el predio, la llevaron a ese lugar unos días antes de su liberación para llenar una planilla con sus datos.

 

   En abril de 1977, Silvia fue liberada. Sin embargo, durante más de un año una persona, a la que identificó como “Willy” la siguió todas las noches. Según explicó la testigo, Bettini todavía se hallaba en la Cacha en el momento de su liberación. Los dos compañeros que fueron capturados con ella, fueron llevados a la comisaría 8va.

Por Rosario Juárez

  • Wix Facebook page
  • Twitter Classic
  • Google+ App Icon
bottom of page